jueves, 23 de junio de 2011

Ocaso

Sus huellas habían quedado marcadas en la arena, revelando el camino que había seguido para llegar allí. Se sentía extenuado, pero no era por haber seguido un camino muy largo. Apenas había dado algunos pasos desde su casa, que aún podía ver desde donde estaba. Pero no la miraba. Le daba la espalda mientras su mirada escudriñaba el horizonte. No era que estuviese buscando algo allí. Sus ojos se movían puramente por reflejo. Era en su mente donde realmente buscaba. El movimiento de sus ojos no era más que una falsa réplica de su intento por encontrar algo en su mente que se le escapaba. Su mirada se perdía en el horizonte, bajo la luz crepuscular. Los tonos rojizos y cálidos del ocaso le resultaban tristemente hermosos. Se sentía afligido por la nostalgia, porque sabía que solo unos minutos lo separaban del final de ese día. Y luego venía la noche, la oscuridad absoluta, el sueño. Era quizá el momento más hermoso del día pero su belleza se veía corrompida por el final que precedía. Duraba solo unos instantes y luego el fin. El sol se iba y con él la viveza. Luego solo quedaba un mundo inerte. Ahora no pudo contener las lágrimas mientras removía uno a uno los recuerdos que tanto tiempo habían permanecido ocultos bajo el polvo en su memoria. Recorría su vida, cada instante que podía, satisfecho por todo, pero inconforme de alguna manera, porque sentía que el fin había llegado muy pronto.
Las olas que alcanzaban la playa fueron borrando sus huellas. En su mente, las olas de la vejez hicieron lo mismo con sus recuerdos. Los colores en el cielo fueron desapareciendo y el sol fue engullido por el horizonte. El paisaje comenzó a oscurecerse. Su vida también. Pronto la eterna noche cayó y entonces ya no hubo más lágrimas, alegría, huellas o recuerdos. Solo el mundo continuó siendo el mismo, indiferente a su partida.

Por Camilo

5 comentarios:

  1. Muy bueno, trágico, suicida. Hermosa descripción del olvido y el dolor.

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  2. Guaooo... me puso a pensar... es de esos textos que generan emociones en el lector.
    Saludos, Camilo.

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  3. Realmente muy pero muy buen texto, me encantó. Me gustó muchísimo el final "Solo el mundo continuó siendo el mismo, indiferente a su partida". La verdad, te felicito. Saludos, Camilo.

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  4. Netomancia: El olvido y el dolor, descritos de manera hermosa...m ha gustado mucho esta descripción. Gracias
    Juan Carlos Partidas: Gracias por visitar. Que bueno que le ha gustado.
    Patricia: Muchas gracias por detensere a comentar. Me alegra ver que le ha gustado y que ha encontrado una cita en el texto.

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  5. voy lerdo...pero leí catarsis, el uno, y me dejo con el gustito del siguiente jeje, muy bueno...pero voy lerdo ja

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